El solo hecho de escribir se convierte en un motivo de liberación emocional, de todas esas situaciones represivas que toca vivir en una sociedad donde tenemos que estar en silencio porque nos encontramos en una democracia cuestionada.
La libertad de expresión se ve opacada por actores externos e internos que buscan convertirnos en el reino del silencio, intimidando con la muerte escondida entre las sombras de los que tienen el poder y la licencia para matar.
Solo cabe destacar que la facultad de limitar a una sociedad termina siendo el detonante tarde o temprano de un mundo aburrido de que se le obligue a pensar de alguna forma u otra; por tanto estamos llamados a no callarnos y a convertirnos en agentes manifiestos de la cuestionada libertad a la que tenemos derecho.
Porque ya estamos cansados de la manipulación que se le realiza a los medios de comunicación e información en el mundo, para beneficio de algunos pocos que justifican su accionar en un supuesto mejoramiento de las posibilidades de pueblos mas atrasados y vulnerables del planeta, pero que en el fondo solo buscan un bien particular fundamentado en las leyes básicas de la economía salvaje.
Este pequeño manifiesto de repudio en contra de todos los que reprimen sin importar su condición política o ideológica, sirve como un mecanismo liberador de algunas de esas cosas en las cuales no comulgo y que pienso que son pura mierda radical.
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