Es fácil definirse como una persona triunfadora que consigue éxitos y reconocimientos en la vida; pero al mismo tiempo creemos que el fracaso es cuestión de desaciertos de la aleatoriedad de las cosas en el destino, entonces porque alabarse cuando ganas y justificarse cuando no lo consigues.
Mi posición es clara y un poco difícil de comprender para la mayoría de las personas que conozco, ya que todas mis opiniones las asocian a mi pensamiento critico y no le dan la importancia que se debería, puesto que tienen una predisposición a creer que los estoy cuestionando como elemento satisfactorio de lo que ellos llaman un pensamiento irracional.
Continuando con lo anteriormente mencionado cabe resaltar que mi pensamiento se basa en no definir posiciones sectarias sin mirar la contra posición y sus argumentos ya que puedo estar equivocado en el intento de ser libre de expresarme, pero en este caso declaro mi perspectiva sobre el tema con el que comienzo esta intervención.
La cuestión es muy sencilla creo que el fracaso se convierte en un mecanismo muy bueno para contrarrestar las situaciones que vienen para el futuro, por ello es importante aprender de los errores y mantenerlos pendientes así como lo hacemos con los triunfos que enaltecen nuestro espíritu; es decir no borremos de nuestras mentes aquellas frustraciones que nos hicieron dar cuenta de lo difícil que es la vida y lo bonito de ser libre como para poderte levantar en busca de mejores horizontes.